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martes, 14 de septiembre de 2010

Demogracia




¿Cuánto tiempo mas pasará hasta que nos demos cuenta que la democracia en la que vivimos no es democracia alguna? La mayoría sabe que, etimológicamente, la palabra “democracia” quiere decir: gobierno del pueblo. Siquiera pensando un poco rápidamente nos damos cuenta la falacia de esto; ningún pueblo quiere pasar hambre, tener guerras, crisis, asesinatos, explotación, robos y todas las cosas que pasan en la sociedad actual. Me vuelvo a preguntar donde esta entonces el gobierno del pueblo. Lamento afirmar, tan apresuradamente, que dicha voluntad del pueblo no existe mientras vivamos bajo la democracia como es entendida hoy en día: soy libre de decir lo que quiero, nadie me censura, puedo elegir lo que quiero. La democracia ha quedado reducida a contentarse con “poder decir lo que uno quiere”, lo cual positivo, por supuesto, pero no es suficiente. Pero es que todos queremos vivir en democracia ¿Qué es lo que impide que lo hagamos? ¿Por qué la voluntad del pueblo no es atendida si todos somos representados por nuestros gobernantes? Aquí hay varios aspectos que aclarar: Primero, y tal vez el más obvio, es claro que los intereses de la clase política no son los mismos que la del pueblo y no importa que partido político sea, el sistema gubernamental nunca va a representar a la inmensa masa poblacional lo cual trae implícito que algunas políticas de estado beneficien a unos y perjudiquen a otros y estos últimos tengan que amoldarse a lo que el gobierno de turno considere correcto sino serán duramente reprimidos por los policías (cabe preguntarse aquí donde habrá quedado la libertad de estas personas reprimidas), al menos hasta las próximas elecciones donde la situación puede revertirse y los que antes eran castigados ahora tienen el mando y castigan a los otros a través, nuevamente, de la misma policía que ahora obedecen sus ordenes. En segundo lugar, si nos ponemos a analizar un poco profundamente el asunto, podemos llegar a darnos cuenta que la representación que de tanto se vanagloria el sistema democrático actual no existe porque nadie puede ser representado por otra persona, cada pensamiento es único e irrepetible, todos tenemos conceptos diferentes y es improbable que en un país con millones de habitantes todas las voluntades de los votantes coincidan con todas las decisiones del representante elegido por cada uno. Además dicho representante no está aislado sino que responde a un partido político que a su vez le cercena la libertad a este representante diciéndole que es lo que debe y no debe votar ya que en general los partidos políticos son comandados por uno o dos cabecillas. En tan larga cadena de representaciones y voluntades entregadas a otros es esperable que las decisiones del individuo se diluyan y no sean representadas en absoluto por este sistema que algunos tanto defienden.
No quiero que nadie decida por mí. No quiero entregar mi voluntad a otra persona. Nadie más que a yo mismo me represento y mis ideas, algunas buenas otras malas, son solo mías. Soy humano, individuo de la sociedad y consiente de mis propias responsabilidades y no necesito delegar mis propuestas. No defiendo este sistema fraudulento, corrupto y tiránico que algunos erróneamente llaman “democracia”.
Democracia podrá llamarse a aquella sociedad en que todas las necesidades básicas de sus individuos sean satisfechas, todos sean verdaderamente libres y autónomos, donde nadie quiera imponer nada a nadie, donde cada uno respete a los demás y sea consiente de sus responsabilidades desempeñándose en lo que a cada uno más le guste, cuando el mismo pueblo no trabaje en pos de nada más que del beneficio de si mismo creciendo y generando bienestar en todos sus individuos. Ese es el verdadero “gobierno del pueblo”. Esa es la democracia que quiero, no la mentira que nos venden actualmente…