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sábado, 26 de septiembre de 2009

Palabras de Isis



Las páginas iniciales del libro de John Baines "El hombre estelar" comienzan con estas palabras de Isis que reflejan en alguna medida el profundo objetivo de este blog. Espero que sepan interpretarlas y dicen asi:

“Yo ISIS, señora de los misterios de la naturaleza, me dirijo a ti:

“Tú, neófito que buscas atravesar el portal de la iniciación, y tú, profano que lees por curiosidad, serena tu espíritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Apártate del mundanal ruido cobíjate en el manto de tu propio YO para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los brujos. Arroja tus prejuicios; despójate de tu egoísmo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada”.

“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sepárate de la multitud que opaca tus ideas; sé tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites.”

“Tú, buscador de maravillas, tú, candidato a la iniciación, no mires hacia la distancia, reúne todas tus energías en ti mismo. Olvídate de la India y del Tíbet, no clames a Dios, Alá, ni Jesucristo. Lo que buscas está allí mismo donde tu estás en este momento. Sí, deja de mirar hacia afuera y sepulta tu mirada en lo más profundo de ti mismo. Aguza tu percepción, afina tus sentidos, y allí en el centro de
tu ser estás tu mismo, tu YO, tu verdadera esencia, la verdad detrás de la mentira, la energía inmortal que anima al barro. Mira con unción y reverencia porque es luz..., esa luz que te ciega, es Dios. Escucha como dice: Yo soy el camino y la vida.”

“Más..., ¡cuidado!, no se puede contemplar a Dios cara a cara sin morir. ¿Estás dispuesto a seguir? Puedo concederte un gran don. Te ofrezco... ¡la muerte! No tiembles, esta muerte es el don de los inmortales, es la del fénix que renace glorioso de entre sus propias cenizas. Para ser, es preciso no ser; para nacer y ser, se debe morir primero. Si lo logras, serás llamado el Dos veces nacido. No
desdeñes mi oferta, piénsalo bien; más vale morir ahora que vivir a la espera de la muerte. No creas que si me rechazas podrás seguir indemne tu camino, por el contrario, todos los caminos conducen hacia mí; ignórame y serás como los huérfanos, que no conocen a sus padres. Solamente tienes dos caminos: o te devoro o te desposas conmigo. Tuya, y sólo tuya es la elección.”

“Si eliges ser devorado, dedícate a gozar de la vida, apura la copa del placer hasta la última gota, cierra la mente a la voz de tu espíritu, entrégate a la bestia, y disfruta del placer sensual de la materia. Así, casi sin darte cuenta, llegará el momento de la antropofagia final. ¿Crees acaso que me compadeceré de ti? Te engañas, no tengo sentimientos, estoy más allá del placer y del dolor, más allá del bien y del mal, soy como el sol que se levanta en las mañanas para alumbrar a todos por
igual. Después de tu muerte serás sólo un despojo y un recuerdo. Después... ni siquiera eso.”

“Si anhelas desposarte conmigo debes estar dispuesto a sufrir la muerte iniciática, tendrás que pasar por las pruebas a las cuales te someterá sin piedad la terrible Esfinge para aquilatar tu valor espiritual y la calidad de tu temple. Yo me entrego solamente al que llegó a la crucifixión, resistiendo los embates de los cuatro elementos. Amo solamente a los que han sabido apurar la copa de la amargura, de las traiciones, del escarnio y la mofa, persecuciones, calumnias y difamación; a los
iniciados que han persistido con valor, sufriendo la soledad del espíritu en medio de un mundo de animales. A mí se llega después de haber recibido la calumnia y la difamación, que son las pruebas del aire; los golpes y persecuciones que son las pruebas de la tierra; los vicios y las tentaciones sensuales que son las pruebas del agua, y después de haber dominado las ambiciones descontroladas, que son las pruebas del fuego.”

“Este cuaternario corresponde a cada uno de los extremos de la cruz, donde fue clavado uno de los que arribó a mi regazo: Jesús, el Cristo. No obstante, otros aún más grandes han vivido y viven en el secreto; nadie conoce su existencia porque así conviene a sus labores.”

“No creas que en el mundo existen sólo los nacidos una vez y los dos veces nacidos; también existen, por desgracia, los una y media vez nacidos, y los abortados. Guárdate de engrosar sus filas convencido por su maquiavélico lenguaje, ya que éstos no viven ni en este mundo ni en el otro; son aquéllos que en verdad no son iniciados ni profanos, los imitadores de los maestros, los semisabios, los sembradores de mano sucia, los seguidores de la letra muerta, y los magos negros, que me codician y se ufanan de mi amor, cuando no son dignos ni siquiera de mi sonrisa. Unos pueden vestir
sari o túnica; otros, collarines y mandiles, otros, los atavíos “rosacruces”; algunos, se proclamarán los “únicos dueños de la verdad”, creyendo tener su monopolio; todos se jactan de mi amistad, pero son solamente pordioseros que me imploran una migaja de sabiduría. No se nace dos veces parándose de cabeza o meditando, ni en el ataúd de ceremonias puramente simbólicas, como tampoco, por obra
y gracia del espíritu santo.”

“Si me desdeñas, recibe mi bendición y prosigue tu camino; destinado estás a ser alimento de los dioses; no todos pueden ser “hombres”; algunos, solamente animales, o peor todavía, vegetales. Si vienes a mí por curiosidad, piénsalo dos veces: es fácil ser temerario con lo que no se conoce. Si no tienes el valor necesario, retrocede, escúdate en tu vanidad y en tu orgullo, confórmate con mirar el suelo como tus congéneres. Si no estás preparado, no aspires a conocer mi rostro: desgraciado de aquél que poseído de animal codicia o insana curiosidad, contemplare aunque fuera mi reflejo, porque no me olvidará jamás, y morirá atormentado por el ansia de poseerme.”

“Si estás preparado, si tienes ojos para ver y oídos para escuchar, si tu intención es noble y pura, prosigue sin desmayo, y sabe que a partir desde el momento en que cruces la puerta de la oculta morada, yo te esperaré ansiosa como la novia adolescente con su primer amor. Este libro puede ayudarte mucho, puede ser el guía que te lleve hacia la escondida puerta que tantos buscan y que tan pocos encuentran. Busca y encontrarás; no eleves preces a los dioses, lucha por mí. Me conquistarás
por la fuerza de tu decisión, y no orando.”