Días atrás, reflexionando ante la expresión de una compañera de facultad: "Yo necesito que los profesores me exijan", me encontré con muchos interrogantes. Si necesito que alguien me exija para lograr hacer algo, verdaderamente no tengo muchas ganas de hacerlo ¿no? Sino no me costaría absolutamente nada hacerlo, ¿Qué más lindo que hacer las cosas que a uno le gustan? Ahora, ¿Por qué transformamos a los profesores (o a quien sea) en nuestra autoridad y decimos: "si el me lo dice yo lo hago"? ¿Por qué dedicamos tiempo de nuestras vidas a hacer algo que no nos gusta o no tenemos ganas? ¿Cual es la causa en profundidad que nos lleva a necesitar de un otro para poder funcionar por nosotros mismos? En fin... me gustaría también relacionarlo con el hecho de que en las sociedades (de ahora y de siempre) pasa exactamente lo mismo con esto de "delegar en otro mi responsabilidad de acción" y nunca tomar nuestras vidas por nuestros propios medios y vivirla conforme a nuestra inteligencia; tal vez por eso necesitamos que alguien administre nuestro dinero y tome decisiones por nosotros (estado), nos provea de un sistema de creencias para dar explicaciones a las cosas que el hombre no puede explicar y hallar consuelo (religiones), alguien que nos diga que es lo que está bien y que es lo que esta mal hacer (patrones socio-culturales), etc.
Creo que el ser humano delegó su capacidad de hacerse cargo de sí mismo a diferentes autoridades y esto crea en nosotros un sentimiento de aparente libertad (puedo elegir que auto comprarme, a quien votar, a donde ir esta noche) que para nada refleja el significado profundo de esa palabra. La humanidad está volcada a la conquista de las cosas, de los objetos y ello nos hace creer que somos libres porque hay millones de cosas y objetos que poseer y así vamos saltando de uno en otro según la moda, las circunstancias o el patrón social que sea. Pero el ser humano perdió en esa búsqueda incesante de satisfacción personal el contacto con él mismo, con lo profundo de su ser, con eso que lo diferencia de una mera maquina o robot que funciona según un programa.
No podemos dejar que nos mutilemos lo más valioso que tenemos que es el amor, la solidaridad, la importancia por el otro... y la libertad. Tenemos que dejar atrás las cosas que hacen que esos valores no puedan ser vividos y de una vez por todas ser responsables nosotros mismos de todo en cuanto hacemos y pensamos.
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